lunes, 7 de septiembre de 2015

Peña Ten . 2142 m . Parque Regional de Picos de Europa

El pueblo de La Uña está situado en la montaña de Riaño, en el valle de Valdeburón, a unos 20 km de Riaño, en un largo y abierto valle que sigue el curso del río Esla en sus primeros kilómetros de existencia. El pueblo se encuentra dentro del Parque Regional de Picos de Europa. Es un pintoresco pueblo de montaña, rodeado de prados, bosques y altas cumbres. Está ubicado a la derecha del río Esla, salvo un pequeño número de casas que quedan en la margen izquierda del río.

La parte superior del pueblo está cerrada por una sierra caliza de escasa altura que lo protege de las inclemencias del norte y que deja espacio sólo para el río, la carretera y poco más, abriéndose de nuevo el valle tras el paso de esta angostura. Los terrenos de La Uña limitan con los de Acebedo y Lario al sur, Maraña al oeste, Polvoredo y Retuerto al este y Principado de Asturias al norte.

Encaramos hoy una ruta circular a Peña Ten, con su perfil de arista casi imposible y su cara este en forma cóncava, de concha, y paredes casi verticales a causa de la fuerte erosión. Con una temperatura ideal, comenzamos nuestro recorrido en el área recreativa de Los Carbelares, perteneciente al pueblo de La Uña (1.204m), al lado de la carretera que lleva al cercano Puerto de Tarna (1.490m).

Los primeros casi dos kilómetros de nuestra ruta, que iniciamos a las diez de la mañana, discurren a lo largo de la pista balizada como PRLE 20, que asciende hasta el Puerto de Ventaniella (1.427m), siguiendo la Ruta Medieval de Valdosín, que recorre el valle del mismo nombre y tiene como primer compañero al río Esla a nuestra izquierda.

Éste y sus múltiples arroyos alimentan una amplísima extensión de praderas de pasto y siega y muchas cabezas de ganado. Dejando atrás el Hayón de Valdosín, en un punto sin marca alguna abandonamos la pista por nuestra derecha para comenzar a ascender al Cantil por senda casi inexistente, cercana al arroyo de Las Corvas, que se pierde por el magnífico hayedo que cubre la montaña de la derecha.

Las altas escobas no impiden nuestra marcha que, poco a poco, se va convirtiendo en dura ascensión sin descanso por Las Pedrices de Peña Ten, tras superar la trepada de una empinada canal, dejar a la derecha la Peña de Las Corvas (1.799m) y alcanzar, tras varios y cortos descansos, con fuerte calor a nuestras espaldas, el lugar de Las Corvas, ya casi en la misma arista de Peña Ten, con un mirador que nos descubre la Montaña Palentina (Espigüete, Curavacas, Murcia, etc.), así como los macizos central (Torrecerredo y otros) y occidental (Peña Santa de Castilla) de Picos de Europa.

Con el viento pegando fuerte, seguimos la senda hitada a nuestra izquierda para, con ascensos y descensos, alcanzar en unas cuatro horas la cima y el geodésico de Peña Ten (2.145m), desde la que las vistas son ahora en 360º, extendiéndose hacia la montaña occidental leonesa y asturiana y la de Riaño (Yordas, Gilbo, etc.). Arriba disfrutamos, también, además de las vistas, de la compañía de un grupo de seis montañeros vascos con los que nos hacemos fotos y nos indican cómo y por dónde hacer el descenso para completar nuestra ruta circular.

Seguimos recorriendo la arista hacia nuestra izquierda por una senda muy estrecha, muy aérea y muy aireada, con la imponente caída de vértigo hacia el Vallejón de Peña Ten, con el arroyo de La Castellana en lo más profundo. Pasamos al lado de un nuevo pico, al que no ascendemos, cruzamos a la cara este, destrepamos una zona de rocas y seguimos el descenso por pedreras y zonas de hierba escalonadas, para parar a comer en el paraje de La Fonfría, de nuevo con calor y, ya, sin viento.

Nuestra ruta sigue continuamente descendiendo por pastos alimentados por arroyos que aprovechan el ganado y los venados. Las sendas se acaban perdiendo y desembocando en la larga pista que lleva a La Uña, después de seguir descendiendo sin cesar, pasando por un pequeño refugio y atravesando un extenso hayedo con magníficos ejemplares, algunos centenarios. Todavía nos queda el consuelo del agua fresca de una fuente al lado de la pista.

Termina nuestra ruta circular en el pueblo de La Uña, atravesado por el caudaloso Esla, tras siete horas de marcha y unos diecisiete kilómetros de recorrido, al menos siete de ellos por pista. Solo nos queda recuperar el coche, que se quedó en el área recreativa de Los Carbelares.

Realmente ha sido una ruta para el disfrute, en la que nos acompañaron por el aire buitres leonados, chovas, cernícalos, mirlos, etc., por la tierra ganado vacuno y caballar y venados; en cuanto a la flora, tenemos que destacar hayas, majuelos, rosales silvestres, enebros rastreros, escobas, gencianas, sauces, alisos, chopos, etc.

Recomendamos hacer esta ruta circular desde finales de primavera hasta finales del otoño, reservando la época invernal de nieves e hielos para montañeros expertos. En los meses de calor es imprescindible ir bien provistos de agua.

Fotos de la Ruta.
https://goo.gl/photos/akBewPkKEGdqyAbj8

Video de la Ruta:

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