jueves, 14 de enero de 2016

"Puig Campana". Finestrat ( Font del Moli ) . (Benidorm)

Finistrat es un municipio de la Comunidad Valenciana. Situado en la provincia de Alicante, en la comarca de la Marina Baja, forma una conurbación con Benidorm. En su término se encuentra la mítica montaña del "Puig Campana", A Finestrat podemos llegar desde Benidorm (CV-767). De Finestrat subimos a la font del Molí, a menos de un kilómetro del pueblo. Es la fuente más importante del término municipal de Finestrat. La Fuente del Molino tiene 15 caños, y es el punto de partida de la ascensión al Puig Campana y de otras excursiones.

Comenzamos la ruta en la font del Molí, con el Puig Campana delante de nosotros. Desde la fuente seguimos la carretera y pasamos un canal por un pequeño puente. Después está la señal de comienzo del sendero que vamos a seguir, el PR-CV 289. Un poste nos indica la dirección a seguir, así como de otras opciones como el PR-CV 14 de subida al Puig por la pedrera. Nosotros vamos a continuar por el sendero de la izquierda, que atraviesa más adelante una pequeña pista y rodea las impresionantes paredes del Puig Campana pasando cerca de la Roca d Arbaldalet hasta llegar al refugio José Manuel Vera Catral, del CEA. Desde el refugio, y en poco más de 10 minutos llegamos por una senda amplia, al collado del Pouet,

El collado es un cruce de caminos. Aquí se encuentran el sendero que va hacia Polop por el collado del Llam, otro ramal que desciende hacia Sella, otro que baja a Finestrat dándole la vuelta al Puig y el sendero por el que se sube a la cima. Seguimos la ruta por el "sendero botánico" que asciende por la ladera norte del Puig, dejando atrás el bosque de pinos. Esta parte es la más complicada de la ruta, y donde realizaremos nuestro mayor esfuerzo, hasta llegar al collado del Bancal del Moro, desde el cual baja por la cara sur "el carreró" (la pedrera del barranco de les Marietes). El collado es un fenomenal balcón natural desde el que vemos la costa. La cima queda a mano izquierda, a unos veinte minutos siguiendo las trazas del sendero. La línea de costa por un lado, y Aitana por otro, forman parte de la espléndida vista que se disfruta desde la cima. Del Puig Campana, las vistas son impresionantes, sin duda de las mejores de toda la provincia. Aitana, la Sierra Helada, el Ponoig, el Cabo de Santa Pola, Tabarca, el Peñón de Ifach, la Sierra de Bernia,

Una vez de pasar un buen rato y hacernos nuestras fotos correspondiente, iniciamos la Bajada de la cima por el mismo camino por el que subimos hasta collado del Pouet. La bajada del collado Del Moro, es la parte más delicada de todo el recorrido, donde tendremos que poner los cinco sentido, para procurar no caernos por la cantidad de material suelto, en algunas zonas puede ser peligroso.(Recomiendo bastones). Unos metros antes del collado veremos el poste que nos desvía por la derecha hacia la font de la Solsida, a la que llegamos en unos 10 minutos.

La font de la Solsida un buen sitio para descansar (La fuente esta seca). Desde la fuente, el sendero rodea el Puig Campana por su cara sur ofreciendo buenas vistas de Sierra Gelada y Benidorm. También tenemos ocasión de ver el característico de la "Brecha del Puig". El sendero nos deja en unas una zona de chalets y acaba en una pista que seguimos a mano derecha. La pista da un pequeño rodeo y salva un canal por encima de un puente. Tras el puente, la pista termina en la carretera que ya conocemos y por la que volvemos al aparcamiento, la font del Molí, donde comenzamos esta bonita ruta..

Texto: 
Web . http://www.apatita.com/rutas.php?id=puig_campana_circular

Fotos de la Ruta.
https://goo.gl/photos/p35m4auimzzg4U876

Video de la Ruta:

domingo, 10 de enero de 2016

"Camino de los Prodigios" Miranda del Castañar . Villanueva del Conde

El Camino de los Prodigios se halla en el sur de la provincia, a unos 80 kilómetros de la capital, en la Reserva de la Biosfera de las Sierras de Béjar y Francia, y muy próximo al parque natural de Las Batuecas-Sierra de Francia. Se trata de un sendero circular, que une los municipios de Miranda del Castañar, declarado Conjunto histórico, y Villanueva del Conde.

Miranda del Castañar, se asienta sobre una loma coronada por un castillo con recinto amurallado, que aún conserva sus cuatro puertas. Al sur, las Puertas del Postigo, al este, la Puerta de San Ginés, al oeste, la de Nuestra Señora de la Cuesta, patrona de la localidad y al norte, la Puerta de la Villa. La fortaleza, eso una de las mejor conservadas de la provincia, se distribuye a lo largo de una planta de trapecio irregular, con cubos en los ángulos, donde se abren ventanas geminadas.

El castillo reconstruido a principios del Siglo XIV sobre un castillo anterior del S.XII. Al exterior, de la fortaleza, aún se conservan exentas las murallas, mientras que en el interior el acceso al camino de ronda, respetado en su mayor parte, presenta algunas pasarelas. Todo ello demuestra el carácter histórico de esta población que nació en el siglo XII con la orden Hospitalaria de Jerusalén, y que se consolidaba tras la repoblación de Alfonso IX de León en el siglo XIII.

Villanueva del Conde, aldea del Conde como se la conocía antes y no fue hasta mayo 1755 que fue declarada Villa. Con anterioridad a la repoblación de Raimundo de Borgoña en 1102, los judíos habitaban en núcleos aislados. El barrio judío de Villanueva constituía una auténtica fortaleza dotada de una tupida red de pasadizos intercomunicados, que cruzaban un terreno labrantío que cubría las necesidades alimenticias de la población; es lo que hoy se denominan “Las Huertitas”. El último pasadizo desemboca en un amplio espacio abierto, la plaza de la iglesia.

Aunque la ruta se puede iniciar desde cualquiera de las dos poblaciones, la recomendación es que se comience en Miranda del Castañar. No existe ningún tipo de pérdida, ya que el trayecto está continuamente señalizado, una característica que es denominador común en todas las rutas que ha recuperado la Diputación de Salamanca.

Descendemos desde Miranda en dirección a la carretera SA-225, la que atravesaremos para adentrarnos en la naturaleza, no sin antes contemplar unas hermosas vistas del río Francia. Cruzaremos un pequeño puente sobre el arroyo de San Benito (afluente del río Francia) y allí veremos el primera de los objetos artísticos en la naturaleza. Se trata de la estructura de una cama, las “camas prodigiosas”, obra del salmantino Alfredo Omaña. Veremos varias durante el recorrido, en una perfecta simbiosis con el paisaje e incluso como lecho para árboles, musgo o hierba. La vegetación también tiene derecho al descanso.

Tras cruzar el puente y ver la primera de las creaciones artísticas, vamos a dar a un camino en el que podemos girar a la derecha o la izquierda. Cualquiera de las dos opciones es válida porque a partir de ese punto la ruta es circular y ambas direcciones nos llevarán a Villanueva del Conde. Todo el trayecto es un auténtico remanso de paz en el que el que robles, olivos, madroños y castaños, entre otras especies, nos envuelven por completo mostrando lo mejor de un rincón de Salamanca que fascina a todo aquel que lo transita. Además de las camas de Omaña, podemos ver obras de otros artistas. Félix Curto nos invitará a pensar con fragmentos de Unamuno, plasmados por ejemplo en un banco. Precisamente don Miguel fue un gran amante de naturaleza y de este enclave de la provincia salmantina.

También Curto sorprenderá con actuaciones como el nido de piedras convertidas en huevos de oro. Marcos Rodríguez, natural precisamente de Villanueva del Conde, no dejará a nadie indiferente por su capacidad de transformar la roca en formas sorprendentes. Sus tortugas talladas como si el material que usara fuera plastilina, son otro de los prodigios del camino. Por último, Pablo S. Herrero convierte los muros de algunas casas en espectaculares murales en los que las ramas de los árboles se apoderan del cemento o la piedra. La naturaleza conquista lo construido por la mano del hombre en una perfecta simbiosis.

Un buen lugar para hacer un receso será el pequeño estanque que nos encontraremos a la entrada de Villanueva del Conde y que está decorado con unos peces obra de Marcos Rodríguez. “Si deseas dar más vida a los peces, mojalos”, reza un cartel que invita a contribuir a la permanencia de otro de los prodigios de este fantástico camino.

Volveremos a Miranda del Castañar para concluir el recorrido, esta vez accediendo al pueblo por la bonita ermita de la Virgen de la Cuesta. Así daremos por finalizado el Camino de los Prodigios, una experiencia relajante que sirve de contrapunto a otras rutas más duras y exigentes. Una forma de llevarnos en la retina la esencia de la Sierra de Francia y de dos de sus pueblos más representativos, además de deleitarnos con las obras de unos artistas que consiguen convertir a la naturaleza en su mejor lienzo.

Texto:

Video de la Ruta: