viernes, 29 de diciembre de 2017

Castro de El Castillo . Molinos y Miradores . Saldeana . Arribes del Duero

Saldeana se localiza en el noroeste salmantino y dista 97 km de Salamanca capital. Se integra dentro de la comarca de Vitigudino. Pertenece a la Mancomunidad Centro Duero y al partido judicial de Vitigudino. Su término municipal se encuentra dentro del Parque natural de Arribes del Duero, un espacio natural protegido de gran atractivo turístico.

Dentro de su territorio se encuentra el lugar arqueológico de El Castillo, un castro o poblado de los vetones, el pueblo prerromano de cultura celta asentado en la zona durante la Edad del Bronce. Para acceder al castro situado al suroeste de la localidad, hay que tomar un camino de un 1 Km. aproximadamente que sale del pueblo, de hecho el enclave se ve desde la propia localidad. Se puede recorrer en coche, o caminando, un tramo de unos 700 m, un área de estacionamiento nos permite dejar el vehículo y acercarnos andando al yacimiento.

Esta ruta es corta pero escabrosa en su parte baja, entre paisajes épicos. El área es sensible por su importancia ecológica. El escenario espectacular del Castro de Saldeana, junto a las Arribes del Huebra, nos enseña de cerca los cañones de este río, el propio castro y los molinos. La ruta está
señalizada con balizas y marcas blancas y amarillas.

Comenzamos la marcha salimos del pueblo, buscando la parte baja donde encontraremos el panel informativo de la ruta, a unos 500 m llegaremos al cruce donde veremos las tablillas que nos marca, el Castillo y Los Molino, nosotros caminaremos por la de Los molinos, en unos 250 m llegaremos al merendero y a los dos molinos reconstruidos, un sitio muy agradable que podemos comer cuando acabemos la ruta.

El sendero no muy definido nos sale por la margen izquierda del Regato Grande, conociendo otros molinos , primero el del Tio Roman, seguidamente un chozo de pastores, Molino Harinero. Para llegar en una pequeña bajada al Cañón y llegar al mirador la Peña El Fraile y la Monja, donde veremos un panel sobre las aves arribeñas. Una corta subida nos deja, tras saltar una pared de piedra, en un altiplano con chozos de pastores.

Esta parte carece de señalización, es necesario el GPS, pues es fácil perderse, estaremos atentos a la senda más pisada. Llegamos a otra pared de piedra, que saltamos por lugar seguro. El sendero continúa, nuevamente señalizado, a la derecha de la pared, y pronto nos lleva hasta el Mirador sobre el río Huebra.

El río Huebra nace es la Sierra de las Quilamas donde los últimos 40 km se encaja en una abrupta orografía, descendiendo desde los 700 m, a los 200 m que lo recibe el Duero en su desembocadura. Seguimos nuestra marcha para llegar al cruce, donde ya veremos la señalización el Castro, al cual nos dirigimos. 

El Castro de El Castillo se encuentra situado al suroeste de la localidad de Saldeana, sobre un promontorio graníticoPor sus características y cercanía con otros asentamientos similares, el origen de este castro puede establecerse en la II Edad de Hierro. La continuidad del poblamiento a lo largo de la época romana se desprende de la existencia de estelas funerarias reaprovechadas como material de construcción en las casas de Saldeana, que deben proceder de las necrópolis del poblado.

Este castro está considerado como uno de los más importantes del mundo vetón, tanto por sus dimensiones como por el tamaño de las piedras, que llegan a medir más de un metro de altura. El castro ocupa un área de 3,5 hectáreas sobre un promontorio granítico de características defensivas excepcionales, al existir desniveles de hasta 160 metros de altura. La mejor defensa de este castro la constituye lo muy accidentado del terreno en que se asienta, por lo que sólo aparece amurallada una cuarta parte de su cerco, correspondientes a las zonas más accesibles el norte y el sureste.

Está construida en mampostería de granito en seco y se adapta perfectamente a los desniveles del terreno. Los accesos se hacían a través de dos puertas, hoy en día cegadas, que se abrían en las zonas este y norte. Un portillo, seguramente de época contemporánea, permite acceder actualmente al interior. La defensa se completa con un campo de piedras hincadas en el exterior del recinto.

Una vez realizada la visita volvemos de nuevo al cruce para seguir nuestra marcha dirección al pueblo siguiendo las balizas, llegaremos de nuevo al cruce que dejamos al principio de la marcha, el de Los Molinos, como ya os comente es un sitio ideal para comer. Si no, seguiremos el camino que nos llevará al pueblo donde damos por finalizado esta bonita y corta ruta de senderismo.


Video de la Ruta.

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